Además del control térmico, el aislamiento de aerogel también tiene buen rendimiento mecánico y durabilidad, lo que evita que las baterías sufran impactos externos y garantiza una larga vida útil del dispositivo. El hecho de que el aerogel sea tan ligero también contribuye a una mejor eficiencia energética mediante la reducción de la masa total del sistema, lo que afecta la portabilidad. Esto es particularmente importante en aplicaciones con restricciones de tamaño y peso, es decir, dispositivos electrónicos portátiles o aplicaciones aeroespaciales.
Además, el aislamiento de aerogel ofrece una notablemente baja permeabilidad al agua y a productos químicos, protegiendo contra especies corrosivas que podrían filtrarse en la celda de la batería con el tiempo. Gracias a su resistencia a la humedad y a la corrosión química, el aerogel puede proteger la integridad de los materiales positivos y del cátodo, logrando así una mayor vida útil. Esto es necesario para su uso en entornos agresivos donde los materiales aislantes tradicionales podrían no ofrecer una protección adecuada.
